Piratas del asfalto interceptaron a un camión a la altura de Río Luján, pero el conductor no detuvo su marcha pese a las balas que impactaban en la carrocería. Al no poder concretar el robo, los ladrones abandonaron el auto en el que se movilizaban y se dieron a la fuga.
Más de una docena de disparos quedaron incrustados en el camión Volvo detenido sobre la Panamericana. Hasta allí, el conductor del camión pudo llegar y ponerse a salvo, mientras era perseguido por delincuentes a bordo de un automóvil, en una persecución casi de película.
El camionero había cargado productos de Sedal (shampoo) en el centro de distribución de Unilever de Tortuguitas, y se dirigía rumbo al Chaco. A la altura de Río Luján, varios sujetos a bordo de un Citröen C4 color negro lo interceptaron, y con armas lo amenazaron para que se detenga.
Pero lejos de amedrentarse, el transportista aceleró e intentó huir. Fue entonces que recibió varios disparos. Primero en el lateral del camión, y luego en la parte frontal. Incluso, uno de los tiros rompió el parabrisas. Pero por suerte, el conductor no sufrió las consecuencias.
Cuando el vehículo de la empresa Gagama Transportes alcanzó el Km. 75, los piratas del asfalto ya habían desistido del robo. El vehículo en el que transitaban fue hallado abandonado sobre la Colectora, a la altura de Otamendi. Personal policial quedó en custodia del vehículo, mientras que Policía Científica realizó los peritajes de rigor que serán parte de la investigación.
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