De una coyuntura política particular nació hace más de 20 años una super restrictiva ordenanza mediante la cual se prohibía toda actividad comercial a la vera de la Ruta provincial 26, entre la ruta Panamericana ramal Escobar y las cercanías de las vías de Maquinista Savio.
Desde hace un tiempo se ha venido estudiando la posibilidad de flexibilizar esas prohibiciones, permitiendo ciertas actividades y la ampliación de la densidad habitacional, que de todos modos se está imponiendo por la constante expansión del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA)
El estado actual
El corredor de la ruta 26 muestra un panorama que contrasta con la pujanza, muchas veces desordenada, de otras zonas del distrito. Precisamente la iniciativa busca anticiparse al desarrollo para encausarlo en parámetros de planificación que tengan en cuenta el paisaje, medio ambiente e infraestructura de la zona.
Predominan allí las quintas de fin de semana construidas hace muchas décadas. Actualmente 3 de ellas están usurpadas y alrededor de 17 están a la venta. Su estado de selvático abandono favorece la proliferación de insectos, roedores y plagas que ponen en riesgo la salud de los habitantes, y constituyen locaciones muy afines al crecimiento de la inseguridad.
Los posibilidades de acceder a bienes y servicios básicos como la salud implican un traslado que es engorroso incluso para quienes poseen vehículo. «Es un garrón, si quiero comprar un paquete de galletitas, tengo que caminar 30 cuadras. Si se enferma alguien de mi familia, no quiero ni pensar» comentaba a este medio un estudiante de sociología de 19 años que vive en la zona.
El proyecto
De la voluntad municipal de modificar esta situación nació el expediente 15.470/16 que tiene por objetivo fomentar el desarrollo poblacional y económico de la zona, estableciendo a la vez una serie de restricciones para conservar las características paisajísticas y de estilo de vida.
Siguiendo las recomendaciones de un informe de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires, se propone elevar la densidad de población y habilitar emprendimientos comerciales de escala media que cumplan con exigencias tales como instalar con una planta de tratamiento de residuos cloacales; construir veredas, desagües pluviales y cocheras; establecer la separación de residuos en origen; y la incorporación de energías renovables.
Con el mismo fin, el texto prohíbe explícitamente la instalación de determinadas actividades: industrias, talleres, tambos, criaderos de animales, funerarias, y depósitos.
La oposición
Desde que se conociera la iniciativa, un reducido pero activo grupo de frentistas manifestó su desacuerdo, argumentando que el desarrollo propuesto alteraría la tranquilidad de la zona. «Hace 18 años me mudé aquí porque era un lugar tranquilo y no quiero que deje de serlo» expresaba un melancólico vecino, evidentemente indignado por la obstinación del tiempo en pasar.
Los opositores fueron recibidos varias veces por autoridades legislativas y ejecutivas, ocasiones en las que plantearon la reducción del tramo de la ruta 26 sobre el que consideraban que debía aplicarse el cambio de indicador urbano. La demanda fue recogida por el propio intendente Sujarchuk, quien dispuso que se excluyeran del proyecto las zonas cercanas a ambos extremos del trazado en cuestión, reduciendo en alrededor del 30% su alcance.
Otro de los planteos señalaba la necesidad de concretar obras de infraestructura con anterioridad al desarrollo urbanístico y comercial, sin atender a que es precisamente este desarrollo el que generará las condiciones para afrontar las obras, la mayoría de las cuales (como la ampliación de la ruta provincial 26), no dependen del municipio. Precisamente estos días se ha observado cómo empresas radicadas en el distrito han hecho significativos aportes para la ejecución de obra pública de infraestructura.
Lo llamativo es que muchos de los frentistas que manifestaban en inflamados discursos teñidos de moralidad ultrajada la exigencia de inversión pública, tienen ante el fisco municipal abultadas deudas en concepto de tasas impagas.
Tampoco estuvo ausente la contradicción en el seno de los opositores: mientras unos expresaban la necesidad de ejecutar estas obras, otros sostenían que si el agua corriente y las cloacas llegaban a la zona, la cantidad de habitantes ascendería mas allá de lo que esas personas consideraban conveniente para mantener su bucólica languidez.
Contrasta por otra parte el activismo ostentado hoy contra la adaptación de la zonificación establecida mediante una ordenanza que, como tal, es de carácter general y pone en igualdad de condiciones a todos los vecinos, con el silencio con que se recibió la rezonificación establecida años anteriores a través las excepciones votadas por el Concejo Deliberante, mediante las cuales algunos de los opositores a la iniciativa actual obtuvieron el privilegio de instalar comercios; privilegios que no parecen dispuestos a perder.
Este doble standard y la endeblez de argumentos son percibidos por ediles de todos los bloques legislativos, razón por la cual el proyecto cuenta con amplio y transversal apoyo en el HCD.
Algunos concejales del bloque Cambiemos, sin embargo, echan mano de su frecuentada cerrilidad, contrariando abiertamente el discurso y el programa que los gobiernos nacional y provincial, de su mismo signo partidario, llevan adelante: la búsqueda de desarrollo y generación de empleo a través de la atracción de inversiones. Evidencian de esta forma manejarse por criterios más vinculados con rencillas locales y personales que con el programa de gobierno del partido político con el que dicen comulgar.
La parte y el todo
Lo que habitualmente llamamos «sociedad» es un conglomerado de grupos con intereses diferentes y en muchos casos antagónicos. De esos grupos, sólo algunos tienen los recursos (no sólo materiales) para visibilizar sus demandas sectoriales, logrando de esta forma que pasen a ser consideradas universales. Por tener más acceso a la esfera pública, un sector parece ser representativo de «la sociedad» o de la «opinión pública» en su conjunto. Pero la responsabilidad de los representantes es contemplar todas las demandas y no sólo aquellas cuyos portadores tienen capacidad de presión simbólica. Son legítimas las inquietudes visibles de los vecinos de la zona, pero no más que las de los grupos silenciosos cuyos intereses también están en juego en un proyecto como éste.
Probablemente los trabajadores desempleados de Maquinista Savio tengan una postura diferente a la de los frentistas, pero ellos no cuentan con la posibilidad de llevar a TN al Concejo Deliberante. Y sin embargo su calidad de vida depende en igual o mayor medida de la iniciativa que permite que fuentes de trabajo formal se radiquen en la zona.
Esos propietarios sólo se miran el ombligo, solo les importa su comodidad. Necesitamos que haya mas trabajo en la zona
Típico de tilingo, no paga los impuestos pero exige que el Estado resuelva sus problemas y mantenga sus privilegios
Más de lo mismo de siempre, negociados que benefician a pocos y perjudican a los vecinos. La opinión de un chico de 19 años es la persona que tiene peso para el municipio a la hora de decidir la rezonificación, pero obviamente sus padres eligieron ese estilo de vida. En el año 2000 por los pliegos de licitacón de la autopista la ruta 26 debería haberse duplicado para lo que las empresas debían soterrar todo el cableado que hay en las banquinas. A través de una ordenanza se les extendió el plazo y después se dejó sin efecto. Conclusión tenemos la ruta colapsada con 2 km de cola en horas picos y 6 agentes de tránsito no consiguen que fluya. Progreso no implica construcción en detrimento de espacios verdes fundamentales para la salud de la población. Además no se está pidiendo una excepción para construir una escuela municipal, tan necesaria por la fata de vacantes por el crecimiento demográfico de los últimos 20 años, ni de un hospital municipal también necesario en la zona, sino de comercios, salones de fiesta, etc. en una zona donde sus vecinos no van a comprar por estar en contra de su instalación y no son minoritarios ya que se juntaron más de 1000 firmas.
“Perjudican a los Vecinos”… sólo son vecinos los propietarios de las quintas? los laburantes qué vendrían a ser? mascotas?
Solo cuenta el interés de los frentistas? y los savienses que quieren trabajar en su zona? esos hay que mandarlos “del otro lado de las vias”?
«Los saviences que quieren trabajar en su zona». ¿Por qué será que el «progreso» no llega a Savio? ¿No merecen hoteles, comercios de primer nivel, estacionamientos, plantas de tratamiento o, Dios no lo permita, veredas dignas? Los vecinos de Maschwitz somos tan tontos que no queremos nada de eso, ¿Por qué no lo reclaman para Savio y su gente que lo necesita más?
El informe de la Fadu dice claramente que es necesario que haya emprendimientos para hacer las obras de infraestructura… qué pasa, esa parte no la leyeron? o se hacen los distraidos? o es solo una excusa para conservar sus privilegios?
coomo dice la nota, son un grupito de gente que dice representar al todo, pero la mayoría de los savienses piensa de otra forma
Negociados son los que hicieron con las excepciones… gente que evade impuestos se hace la moralista, por favor…
http://pueblomaschwitz.com/defendamos-26/
No dejen que pase lo de la calle Mendoza, es un verdadero desastre pasar por ahí y sus calles linderas, encima hablan de trabajo y la mayoría de los locales tienen a los empleados en negro, les pagan dos mangos y tienen recibos truchos, los camiones de desagote no dan a basto de la mierda que se junta, la gente el fin de semana se pone en pelotuda y nadie los controla, Eso quieren para la ruta 26?. Vengan solo a ver la calle La Pista desde que está el club Manuel belgrano, nadie respeta nada, como pueden haber dejado que se haga ese club y encima desagotan los pozos a la zanja, esta ya denunciado por varios vecinos. Fue lindo crecer en Maschwitz, lástima que nuestros hijos no lo puedan disfrutar.
La foto es de Del Viso, genios.
Noticias de Escobar es un medio nuevo afín al Municipio. Para ilustrar el «estado de atraso» en que se encuentra la Ruta 26 y que los vecinos nos oponemos de porfiados que somos, publican una foto de Del Viso. Ahí mismo se ve el nombre: Av. Ingeniero Eduardo Madero (Partido de Pilar). No saben ni dónde están parados pero informan del estado selvático de la Ruta 26 y mucha zaraza que les bajaron del Municipio.
La foto de la nota es de delviso, la gente que esta en contra no solo es frentista, informense un poco mas antes de opinar sobre una nota que es engañosa
Los frentistas que se quejan ni siquiera viven en Escobar… por eso no les importa el desarrollo de la zona. Encima evaden impuestos, son unos caraduras!!
Una mina en otra nota escribió lo que realmente piensan; no quieren que “se llene de negros”… se creen gente superior, me dan asco….
Segui bancando a estos corruptos y te va a ir mal, no digas que no te lo avisamos…