No hay caso, Leandro Costa no tiene suerte en Twitter; o quizá no se haya adaptado al lenguaje de los 140 caracteres; o quizá sus opiniones, sus formas de expresión, sus recursos argumentativos y los conceptos que vierte, tanto en las redes como en el debate público en general, no tengan mucho más sustento que la chicana y la provocación.
Casi unánime fue, días atrás, la respuesta a un comentario respecto a la muestra artística sobre Milagro Sala llevada a cabo en el Concejo Deliberante. Desde el señalamiento de su desconocimiento del hecho de que varios artistas escobarenses expusieron en la muestra, hasta el recuerdo de sus sucesivos saltos de una a otra fuerza política o el incumplimiento por parte del gobierno nacional de las resoluciones de la ONU que exigen la liberación de Sala, las balas le entraron por doquier al concejal que quedó simbólicamente maltrecho.
Pero Costa insiste. Reponiéndose rápidamente de los pasos en falso (o no aprendiendo la lección), volvió a exponerse a través de sus chicanas virtuales.
Primero respecto a la movilización en favor del gobierno nacional publicó que “La plaza San Martín en Escobar se hubiera llenado como todas las de Argentina si no hubieras hecho semejante despilfarro @ArielSujarchuk”. Mostrando su capacidad para generar consenso en su contra, las respuestas unánimemente resaltaron la flaqueza conceptual de su opinión, señalando que una obra no es obstáculo para la manifestación pública si ésta es genuina y que lo que él llama despilfarro es en realidad gestión en favor del vecino, un tema cuya ausencia en la agenda del edil es subrayada.
La tercera es la vencida, parece haberse dicho al responder el comentario de la secretaria de Seguridad, Graciela Cunial, quien defendió el trabajo de las UGC ante un ataque del propio Costa, según el cual esas oficinas serían «un reducto para que los seguidores del Intendente cobren su remuneración».
“Sos secretaria de seguridad, parece un chiste tu comentario. También deberías ponerte a trabajar mejor porque hay kiosquitos en todo Escobar” escribe el polifuncionario que se se ausenta 40 días de sus dos cargos, con una súbita confianza y más que dudosa ubicación.
La bravata no quedó sin respuesta: «La seguridad no es chiste y usted joven no sea mal educado. Podemos disentir sin necesidad de agresiones”; «nosotros con la provincia trabajamos muy bien y no nos limitamos a criticar en las redes. Es evidente que desconoce ese trabajo conjunto”; “Lo invito a que se acerque a la fiscalía a denunciar los ” kiosquitos” que por lo visto usted conoce” tuiteó sucesivamente la funcionaria municipal, quien a su vez fue apoyada por otros comentarios que exigían del concejal el aporte de datos concretos que sustenten una afirmación de semejante gravedad.
Nuevamente en off side, esta vez por una funcionaria que dio el paso adelante, el jefe de la bancada de Cambiemos volvió a quedar expuesto ante la tribuna. Quizá sea momento de que el técnico lo saque para cuidarlo.
