Un empleado de la empresa Ilva tomó una fuerte decisión luego que se le impidiera el ingreso a la planta que la fábrica tiene en el Parque Industrial de Pilar. En esa circunstancia, tomó una soga que ató a su cuello por un extremo y al portón principal por el otro. “Si abren, me ahorcan”, afirmó.
El trabajador se llama Juan Ignacio Capelli. Según contó, el ingreso le fue impedido por personal de seguridad de empresa con el argumento de que había sido suspendido por cinco días, aunque asegura que la notificación fue solo verbal, cuando debió haberse realizado por escrito.
“Yo no tengo una notificación, no puedo ir a un abogado a consultar, por eso no me queda otra que quedarme acá”, dijo Capelli, quien estaba acompañado por delegados de la planta que intentaban destrabar la situación y a la espera de la llegada de la policía.
“No me informaron de las razones de la suspensión, solo me dijeron que tengo 5 días. No tengo ni un papel”, dijo.
“La soga está atada a la parte fija del portón, da dos vueltas al cuello y la otra a la parte del portón que se abre. Yo no les prohíbo salir, pero si abren el portón me cortan la cabeza”, dijo.
“Para llegar a tomar esta determinación es que estoy desesperado, ya no puedo más. Estoy con la soga al cuello”, señaló, literal.
Foto: Pila a Diario