
Volkswagen
La crisis económica sigue golpeando duro al cordón industrial de Zona Norte. A las 600 suspensiones en la planta de Volkswagen que se dieron a conocer la semana pasada y se efectivizaron con un imponente despliegue de las fuerzas de seguridad, se conocieron otras cien, lo que se traduce en números alarmantes. Son en total 700 los trabajadores que desde ayer percibirán menos del 60 por ciento de su salario. En menos de un año, el personal de la planta de Pacheco se redujo casi a la mitad. De 4.500 operarios en 2016, se fueron mil entre retiros voluntarios y jubilaciones y ahora se suman otros 700 con la figura de la suspensión.
Los cien casos que no había informado originalmente el sindicato (SMATA) corresponden a parte del personal administrativo. Javier Aparicio, uno de los trabajadores suspendidos, denuncia persecución política a la hora de definir quiénes continuarían trabajando en la planta de Pacheco. “Se decía que iba a ser por legajo, pero estuvo el sindicato metiendo mano, Todos los que fuimos delegados no oficialistas, o no nos alineábamos con la condición oficial del SMATA, estamos afuera de la fábrica”.
Por una figura legal, la suspensión sólo figura por treinta días, pero los trabajadores aclaran que el acuerdo fue por 18 meses, en los que percibirán alrededor del 60 por ciento del salario. “El sindicato dice que el acuerdo es del 75 por ciento del neto, pero hay que descontarle los extras. Tenemos que bancar familias, alquileres, la canasta escolar, las cuotas, los tarifazos. Con este panorama algunos compañeros salieron a buscar alguna changa en negro para hacer frente a la crisis”, cuenta el trabajador que se desempeña desde hace once años en el área de logísitca.
Pese a contar con una planta reducida casi a la mitad, la empresa aumentó la producción por turno debido a que algunos trabajadores le fueron asignadas tareas que no le correspondían. Con este panorama, los suspendidos denuncian flexibilización laboral y niegan que Volkswagen esté en crisis. En la planta se fabrica el modelo Amarok para todo el mundo, menos Estados Unidos y la Comunidad Europea, y la empresa superó a Toyota en ventas por primera vez en la historia. “A fin del año pasado los gerentes nos dieron una charla y nos dijeron que la planta de Pacheco es la que mejor anduvo a nivel mundial”, grafica Aparicio.
El ajuste golpea fuerte no sólo en la industria automotriz, con medidas similares en Ford y General Motors, y los trabajadores de Volkswagen apuntan a la solidaridad entre pares. “Vamos a juntarnos con los suspendidos y trabajadores de otras empresas para ver cómo podemos organizarnos para ser reincorporados, porque 18 meses es mucho desgaste. Hay compañeros que vivieron la crisis del 2001, otros que fallecieron por problemas psicológicos, y no queremos llegar a eso” ,concluye el trabajador.