Un camión recolector de residuos hacía su recorrido habitual por las calles Nazarre y Catamarca de la localidad de Matheu. Cuando uno de sus cargadores se acerca a una casa para recoger la basura, escucha desesperados gritos de un adulto mayor que solicitaba ayuda para su mujer. Al dirigirse al dormitorio de la pareja observa a una señora que yace en el suelo rodeada de un importante charco de sangre.
El trabajador sale del domicilio e informa a sus colegas, el otro cargador y el chofer del camión sobre la crítica situación. Los tres hombres ubican nuevamente a la mujer sobre el lecho, y al apreciar que ésta estaba inconsciente, comienzan a practicarle tareas de primeros auxilios. Frenaron en primera instancia la hemorragia producida por una herida de cuatro centímetros en la sien y luego la abrigaron por notar un principio de hipotermia. Procedieron luego a llamar a bomberos y ambulancia del SAME, tardando ésta última un lapso muy prolongado en llegar al lugar de los hechos.
La mujer, de nombre Dolores de Amarillo, fue trasladada a un centro de salud donde por estos momentos se recupera satisfactoriamente. Los solícitos trabajadores artífices de este noble acto se llaman, por su parte, Johny, Lucas y Coco (conductor del camión)
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