
A los dos días de asumir la gobernación, María Eugenia Vidal consideraba que «no hay margen para subir los impuestos en la Provincia». Para febrero de 2016 esas palabras eran desmentidas por un impuestazo en las patentes automotores que en algunos casos llegaba al 115% de aumento.
En el mes de julio, mediante el Decreto Nº790/16, el Ejecutivo provincial habilitaba un revalúo inmobiliario que redundaría, según especialistas tributarios, en aumentos porcentuales de tres y hasta cuatro cifras en los importes. Ante la avalancha de críticas y la percepción de la dudosa viabilidad de semejantes subas, la gobernadora optó por no incluir el revalúo en el proyecto de presupuesto para 2017 que envió a la Legislatura.
Pero nada es gratis en la vida; menos aún en una gestión del PRO. El presupuesto presentado contempla muchos otros mecanismos para aumentar los impuestos.
Por empezar, la alícuota del impuesto a los sellos que se aplica a los autos cero km pasará del 1 al 3%. El tributo inmobiliario, por su parte, tendrá un incremento promedio del 36%. Y si bien la alícuota de las patentes automotores no se modificará, el proyecto estipula que «las variaciones serán consecuencia de la evolución del valor de mercado de los vehículos». En números, esto significa una suba de entre 30 y 40%.
Pero el aumento de impuestos no es la única fuente con que Vidal intenta nutrir las arcas provinciales durante un año electoral. El presupuesto 2017 también prevee la toma de deuda por 59 mil millones de de pesos para financiar el déficit esperado. Pero eso no es todo: hay nueve artículos más en los que el Ejecutivo pide tomar deuda: 8 mil millones para obras y programas sociales, 1500 millones en Letras del Tesoro y 12.900 millones para cubrir el déficit de la caja de Jubilaciones del BAPRO. A esto se suman créditos por U$S 672,3 millones para obras. La suma final trepa a $ 92.430 millones
Es significativo el contraste las subas en impuestos y deuda, con las bajas en las erogaciones de las áreas más sensibles: educación baja 3% su participación en el presupuesto; salud y seguridad pierden 0,7%; desarrollo social se mantiene igual. Y como en el presupuesto nacional, la ciencia y las universidades ven disminuidos sus fondos.
En materia de salarios de los trabajadores públicos bonaerenses, el proyecto contempla «una política salarial que iguala la inflación proyectada”, es decir, el 17% previsto por Nación.
Suba de impuestos de un 36%, 92 mil millones de deuda, y aumento salarial del 17%. Típicos números de una administración de Cambiemos.
Suben impuestos, echan empleados, recortan en salud y educación… asi tienen más plata para llevarse a los paraisos fiscales