
call center
En estas dudosas artes Cambiemos ha picado en punta con la conformación de un ya célebre » call center » que parece haber desembarcado en la ciudad de la Flor.
La disputa política se da en todos los terrenos y si el devenir del conocimiento y la técnica crean un nuevo espacio simbólico, no pasará mucho tiempo hasta que sea ocupado por los contendientes que, con mayor o menor eficacia, con armas más o menos querellables éticamente, buscarán allí la consecución de sus objetivos.
Como la radio a principios del siglo pasado, como la televisión hacia su mitad, las redes sociales son desde hace unos años uno de esos nuevos campos de disputa. Y como en todo enfrentamiento, hay quienes actúan con armas nobles y quienes no.
Mentir es objetable cualquiera sea el soporte del engaño y engaño es, en este nuevo terreno no solo la creación de discurso falaz sino principalmente la de falsos emisores de un determinado relato con el fin de hacer creer a la opinión pública que una parte importante de ella opina de determinada manera.
En estas dudosas artes Cambiemos ha picado loablemente en punta con la conformación de un ya célebre «call center»: un grupo de personas (que bien pueden no ser militantes políticos y ni siquiera votar a esa fuerza, sino que son «profesionales») rentadas – sería interesante saber con qué recursos – y dedicadas exclusivamente a crear perfiles falsos en las redes sociales desde donde imponer una determinada interpretación de la realidad. Es así que las ordas de trolls amarillos logran imponer en Twitter determinados y en muchos casos agresivos hashtags entre los trending topics. Ahora traducido a lenguaje pre digital: imponen tópicos, temas y afirmaciones buscando afirmar que es lo que «la gente» piensa.
En este como en otros aspectos, los representantes escobarenses de Cambiemos y emplean el mismo tipo de armas que sus referentes nacionales, aunque no tan hábilmente.
Una caterva de usuarios de Facebook «ad hoc» ha irrumpido en la arena virtual para manifestar consistente y fanáticamente su apoyo al polifuncionario de Cambiemos, al presidente y la gobernadora, así como para acometer las más feroces invectivas contra el jefe comunal.
Usuarios sin avatar (foto de perfil), con una imagen de un dulce cachorrito, de un auto o una provista por algún banco de imágenes, con apenas un puñado de amigos y con una escasíma actividad, toda ella dedicada a expresar cuán bueno, bello e inteligente es Leandro Costa y cuán feo, malo y sucio es el intendente; algunos de ellos reivindicando el terrorismo de estado, todos ellos reinvindicando el macrismo; una recorrida por el Troll Park del costismo en Facebook debe tener obligatoriamente estas estaciones:
En Twitter también ha desembarcado el Troll Park y son éstas algunas de sus atracciones:
El carácter trollero se exhibe sin ningún pudor en esta nueva sucursal del mercenariado virtual: no solo no se identifican ni tienen actividad otra que la mencionada, sino que los perfiles mismos han sido creado hace pocas semanas, evidentemente para esa tarea.
Con el fin de dar charlas sobre temáticas en las que están supuestamente calificados, el polifuncionario Costa ha organizado la visita a Escobar de varios referentes nacionales de Cambiemos como la ministra de Seguridad y su par de Justicia. Observando el carácter tosco, rudimentario y obsceno con el que se desempeñan sus «influenciadores», no sería mala idea traer a la ciudad de la Flor al gurú de la campaña sucia, el teólogo ecuatoriano Jaime Duran Barba, para que capacite a sus correligionarios locales sobre la forma de implementar eficazmente (o por lo menos de manera un poco más disimulada) un call center como el que banca los trapos amarillos a nivel nacional.
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