Un violento sujeto atacó a balazos a su mujer y a sus hijos, antes de ser detenido. Sucedió en la tarde del domingo, en el barrio Agustoni, de Pilar.
Luego de beber en demasía, comenzó a agredir verbalmente a la mujer hasta que le efectuó unos cuantos disparos. La misma escapó y dio aviso a la policía, mientras tanto, el sujeto electrificó el alambrado de su casa. Tanto la mujer como sus hijos resultaron ilesos.
El hecho ocurrió aproximadamente a las 14, en una vivienda ubicada en la esquina de Agustoni y Canadá. Allí se domicilia una mujer de 30 años, su marido de nacionalidad paraguaya de 37 y los hijos de ambos de 1, 4 y 5 años.
El hombre había estado bebiendo desde la mañana y, después del mediodía, comenzó a insultar a su compañera a tal punto que intentó agredirla físicamente. La provocación continuó hasta que apareció en medio del patio con dos armas de fuego, con las que atacó a balazos a la indefensa mujer que tenía sus hijos a su lado.
Los disparos pasaron muy cerca de los pies de la mujer, al costado de las criaturas, y al menos uno de los balazos rozó la cabeza de la madre.
Mientras ésta salía corriendo con sus hijos, el violento agresor continuaba efectuando disparos. Afortunadamente nadie salió herido.
La asustada mujer se puso a salvo con sus pequeños en la casa de una vecina. Los primeros en llegar fueron los policías del CPP de la zona 8 –El Teniente Primero Manuel Vargas y el Oficial Alan Coria– con apoyo de otro patrullero con efectivos de la comisaría Pilar 1ª. En primer lugar, debieron desconectar la energía eléctrica, ya que el agresor había electrificado el alambrado para que cualquier persona que intentara ingresar sufriera una descarga.
Los policías lograron dar con el sujeto, que estaba escondido en un pequeño galpón del fondo de la propiedad.
Una vez reducido el individuo, se hallaron las armas usadas por éste para atacar a mansalva a su familia. Un revólver calibre 32 largo con tres proyectiles en su tambor y otro calibre 22 largo marca Doberman, con dos proyectiles intactos en su cargador, además de una caja con 35 proyectiles para ambas armas. Pero en todo el radio del patio, donde ocurrió el hecho, se hallaron 17 vainas servidas de igual calibre y que serían de los disparos efectuados por el agresor.
La causa caratulada como «Abuso de Armas y Tenencia Ilegal de Arma de Uso Civil” recayó en la UFI Nº 1 de Pilar a cargo de Martín Otero.
