
El caso de Tobías, el niño de Palermo que estuvo internado diez días por la picadura de un alacrán, encendió la alarma por la presencia de estos arácnidos en Capital Federal y Gran Buenos Aires. En Zona Norte, el temor invadió rápidamente el partido de Pilar. A los tres casos detectados en la localidad de La Lonja, se sumaron dos nuevos ejemplares que una familia encontró en su casa de Fátima y se multiplicaron las denuncias en las redes sociales. Las dependencias sanitarias locales tomaron nota y lanzaron una serie de recomendaciones para los vecinos
La Dirección de Sanidad y Protección Animal de Pilar reconoció que la aparición de alacranes es un hecho habitual en esta época del año. En cuanto a la prevención, recomiendan mantener el pasto corto, evitar escombros y maderas, colocar zócalos en las puertas y mosquiteros en rejillas y desagües y revisar el calzado y la vestimenta antes de usarla. También es conveniente eliminar las cucarachas y demás insectos, ya que los alacranes se alimentan de ellos.
En caso de un accidente con un escorpión, la primera medida a tomar es lavar la zona de la picadura con agua fría, aplicar hielo y dirigirse al centro de salud más cercano lo más rápido que sea posible. Es conveniente capturar al animal para su identificación, siempre que esto no demore la consulta al médico ni exponga a nuevas picaduras.
Por su parte, el Director General de Zoonosis de San Fernando, Dr. Hernán Zubizarreta, explicó que hay que tener especial cuidado en los niños, ya que la gravedad de la lesión depende del tamaño corporal de la persona atacada. “No hay que aplicar torniquetes ni vendas, ni se debe intentar succionar el veneno, hacer cortes, aplicar alcohol o remedios caseros”.
Cómo distinguir los alacranes venenosos
Los alacranes peligrosos (imagen superior) tienen entre 5 y 7 centímetros de largo, poseen pinzas finas y alargadas e inyectan el veneno a través del aguijón que se encuentra en la cola, junto al cual tienen una pinza más pequeña. Son de color marrón claro con tres líneas longitudinales oscuras en el dorso o bien, tienen el dorso color castaño oscuro. Los inofensivos (abajo), tienen las pinzas más cortas y gruesas, su color es uniforme y no poseen la pinza en la cola junto al aguijón.