En un violento asalto, un joven fue atacado a puñaladas por dos motochorros que lo interceptaron a metros de su casa, en el centro de Manuel Alberti. Finalmente, solo le robaron unos 200 pesos pero le aplicaron varios «puntazos” en sus brazos y sufrió una herida cortante desde la axila izquierda hasta la altura del corazón.
Según explicó Rubén, padre de la víctima, el hecho ocurrió cerca de las 22.30 del jueves último en la esquina de Paillette y Los Olivos. Su hijo Andrés, de 28 años, estaba llegando a su casa. Metros antes de ingresar fue interceptado por dos delincuentes que se desplazaban en una moto negra. «El que venía como acompañante bajó y lo atacó por la espalda con un palo, por lo que cayó al piso”.
Mientras estaba en el suelo, el delincuente le pedía «la plata” al tiempo que comenzó a aplicarle puntazos con un cuchillo tipo carnicero. Las heridas se produjeron en ambos brazos, especialmente en el izquierdo, ya que el joven por intentar defenderse ponía ambos miembros en forma de escudo.
Sin embargo el corte más importante fue de unos 20 centímetros: comenzó desde abajo de la axila, dando la vuelta por alrededor del brazo y terminando en la parte superior del hombro. Le demandó 18 puntos de sutura.
Al ver la herida sangrando, ambos delincuentes escaparon a toda velocidad. Según vecinos, se desplazaban en una Yamaha negra y huyeron rumbo a la estación de trenes.
La víctima fue trasladada por sus familiares hasta el centro de salud de la localidad en donde fue asistido, inicialmente, para luego ser trasladado en ambulancia hasta el Hospital Sanguinetti de Pilar, en donde fue intervenido quirúrgicamente. Actualmente se encuentra fuera de peligro.
De acuerdo a los vecinos, los atacantes tienen «entre 25 y 30 años”. El autor de los cortes llevaba puesta una camiseta del club San Lorenzo y tenía piercing a ambos lados de la nariz.
«Estamos cansados de vivir así. Los robos en esta esquina son frecuentes, de todos los días”, expresó el padre del muchacho agredido. Además, describió que a un vecino lo atacaron a golpes para robarle el auto, que luego apareció a pocas cuadras.
«Los robos de celulares, efectos personales y dinero, ocurren todas las noches en esta zona y la policía no pasa ni una sola vez y si pasa no identifica a nadie. Los chorros hacen lo que quieren con los vecinos. A quién tenemos que recurrir para que tomen medidas”, se preguntó Rubén.
