En septiembre del año pasado, en plena campaña electoral, el Banco de la Provincia de Buenos Aires instaló, luego de insistentes pedidos de los vecinos, un cajero automático en la localidad de Maquinista Savio. El hecho fue anunciado y publicitado por Juan Ernesto Curutchet, presidente de la entidad y aspirante a cargos electivos en el distrito, y el concejal Leandro Costa, ambos referentes de Cambiemos.
Pasados los comicios de octubre, un mediodía apareció un camión que cargó el recientemente instalado dispositivo y se lo llevó a la costa atlántica. Los saviences habían disfrutado de los servicios un cajero por apenas dos meses.
Como era de esperarse, el hecho generó indignación en la localidad pero no respuestas por parte de las autoridades responsables.
A principios de febrero, en pleno receso legislativo, la concejal Patricia de la Cruz presentó en el Concejo Deliberante de Escobar un proyecto de resolución que solicitaba al directorio de la entidad financiera «que deje sin efecto la decisión de retirar el cajero automático de la localidad de Maquinista Savio y que vuelva a instalarlo en la ubicación correspondiente».
El proyecto comenzó a ser debatido por estos días, lo que inquietó a los ediles de Cambiemos, que iniciaron gestiones vinculadas al polémico hecho.
Con ese propósito, algunos concejales de esa fuerza comunicaron a través de medios digitales y redes sociales que se instalará un cajero automático en Maquinista Savio, como si la anterior instalacion y desinstalación jamás hubieran ocurrido.
Es llamativo incluso que en un Tweet del concejal Castagnaro se informe la «noticia» ilustrándola con una imagen que muestra la primera llegada del dispositivo (hecho que parece haber olvidado – y más aún su posterior retiro).
Que el cajero «vuelva» a la localidad beneficia, sin duda, a los vecinos. Sin embargo, teniendo en cuenta el particular antecedente, no sería inverosímil concebir un nuevo «rapto».
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